Antonio J. Núñez Gimeno

Licenciado en Derecho y Diploma en Estudios Empresariales por la Universidad Pontifica de Comillas (E-1 ICADE)

¿Cómo y por qué decidió especializarse en Derecho de la Insolvencia? 

Mi especialización en Derecho de la Insolvencia surge a partir de mi experiencia laboral en este campo, al haber participado en numerosos concursos de acreedores. A medida que gestionaba los concursos, descubrí que esta práctica del Derecho me atraía por su naturaleza trasversal. El Derecho de la Insolvencia me permite interactuar con diversas ramas del Derecho, lo que enriquece mi práctica profesional y me proporciona una visión integral de los problemas a los que se enfrentan las empresas.

¿Qué le motivó a formar parte del CEDI? 

Formar parte del CEDI vino motivado por mi deseo de colaborar con otros profesionales de primer nivel comprometidos con la excelencia en el Derecho de la Insolvencia.

CEDI propicia un entorno que fomenta el intercambio de conocimiento y experiencias profesionales, lo cual es fundamental para mantenerse al día en materia de insolvencia. Formar parte de CEDI me permite compartir experiencias profesionales y estar actualizado, pudiendo ofrecer además un asesoramiento de calidad.

¿Cómo podemos crear una cultura empresarial más responsable en materia de insolvencia? 

En mi opinión, para fomentar una cultura empresarial más responsable en materia de insolvencia es esencial que los empresarios comprendan la relevancia de una gestión financiera adecuada, así como la necesaria planificación estratégica a largo plazo.

Además, es fundamental promover una actitud proactiva hacia la reestructuración en situaciones de probabilidad de insolvencia, de modo que se pueda evitar el concurso. Los empresarios deben contar con los mecanismos necesarios que les permitan detectar problemas de solvencia con antelación, de forma que puedan actuar de modo anticipado.

En este sentido, CEDI puede desempeñar un papel muy útil difundiendo los beneficios que ofrece a deudores y acreedores la nueva legislación en materia de insolvencia, que incentiva las reestructuraciones tempranas a través de los planes de reestructuración.

¿Cómo ha afectado la pandemia de COVID-19 a la situación de las empresas españolas en términos de insolvencia? 

La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto negativo en las empresas españolas, llevando a muchas a enfrentar graves problemas financieros. Las restricciones y la disminución de la actividad económica provocaron una caída en los ingresos para muchas empresas, especialmente en sectores como la hostelería y el turismo.

A pesar de las medidas adoptadas, como han podido ser la suspensión del deber de solicitar la declaración de concurso de acreedores o la concesión de líneas de avales del Estado para empresas y autónomos gestionadas por el ICO a través de las entidades financieras, no se ha podido evitar un aumento en el número de concursos de acreedores, especialmente, de personas físicas y autónomos, así como de los concursos sin masa.

No obstante, me gustaría destacar el esfuerzo que están realizando muchos negocios, a raíz del COVID-19, para impulsar la innovación y adaptarse a las nuevas demandas, acelerando su transformación digital.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir al público en general sobre la importancia del derecho concursal? 

Me gustaría transmitir que el Derecho Concursal no solo es crucial para afrontar una situación de insolvencia, sino que también desempeña un papel vital en la economía al proporcionar una segunda oportunidad a las empresas y personas, permitiendo la conservación del tejido empresarial y empleo.  

Por este motivo, las empresas deben conocer los últimos cambios legales en materia de insolvencia, en concreto, la reforma introducida por la Ley 16/2022, de 5 de septiembre, de reforma del Texto Refundido de la Ley Concursal. 

Es importante transmitir que la actual legislación concursal se revela como una oportunidad para reestructurar el negocio, siempre que se actúe con la debida anticipación, evitando la insolvencia. No podemos limitar la legislación concursal a una mera regulación para liquidar empresas en concurso. A través de los planes de reestructuración se puede lograr una estabilidad financiera mediante la reducción y/o aplazamiento de deuda y la optimización del flujo de caja. 

¿Qué consejos le daría a un emprendedor para evitar problemas de insolvencia en el futuro? 

Mi consejo a los emprendedores es contar con un sólido plan de negocios. Este plan debe acompañarse de una gestión financiera que permita tener reservas suficientes para afrontar períodos de crisis. 

Para poder afrontar estas situaciones de crisis, es fundamental que el empresario esté atento a las fluctuaciones del mercado que puedan impactar en su negocio, y, como decía anteriormente, contar con las herramientas necesarias para identificar las señales de alerta que advierten de problemas financieros que le puedan conducir a la insolvencia.  

Y, en cualquier caso, recomiendo contar con un buen asesoramiento profesional. La anticipación es clave para evitar la insolvencia y, afortunadamente, la legislación actual permite anticiparse a estas situaciones a través de los planes de reestructuración. 

¿Qué espera del CEDI? 

Mi deseo es que CEDI persista en su labor de difusión del conocimiento y experiencia que sus miembros aportan en este campo del Derecho, que es de gran actualidad.  

También confío en que la incorporación de nuevos miembros, provenientes de diversas profesiones relacionadas con esta materia, pueda seguir enriqueciendo a CEDI.  

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